Cuando pensamos en la alfalfa, es usual que solo la consideramos una planta para forraje, es decir, uno de los vegetales con que se alimenta el ganado, y esto puede generar cierto prejuicio para consumirla. Pero se trata de un alimento muy completo, sano, y de gran ayuda para prevenir numerosas dolencias, y colaborar en su mejoría.
Su valor alimenticio:
Es un alimento natural, que proporciona gran cantidad de nutrientes en un equilibrio casi perfecto. Además, es fácil digestión y asimilación.
Veamos su riqueza:
- Proteínas y aminoácidos: es uno de los pocos vegetales que posee los 22 aminoácidos esenciales que nuestro cuerpo utiliza para formar todas las proteínas que necesita. Contiene entre un 20 y un 25% de estos compuestos.
- Vitaminas: posee todo el complejo de vitaminas B. Además, constituye una de las fuentes más importantes de vitamina K, indispensable para los procesos de coagulación de la sangre. Otro componente es la vitamina U, que protege la mucosa digestiva y es muy útil para gastritis y úlceras gastroduodenales.
- Minerales: contiene sodio, potasio, hierro, calcio, cobalto, azufre, fosforo, magnesio, manganeso, cloro y boro. Se trata de minerales alcalinos, sin efectos nocivos sobre el intestino.
- Enzimas: se trata de sustancias que intervienen en el proceso digestivo y lo facilitan. Están presentes la lipasa (per mite la digestión de las grasas), la amilasa (almidones), la coagulosa (coagula la leche), la proteasa (digiere las proteínas) y varias otras que actúan sobre los azúcares.
- Otros elementos: contiene, además, clorofila, rutina, ácidos grasos no saturados y saponinas, otros ácidos digestivos, polisacáridos y fibras.
Sus propiedades:
Además de su valor alimenticio, la alfalfa ayuda a prevenir y curar numerosas dolencias. Por su riqueza en vitaminas, está indicada contra el arbusto y el raquitismo. Sus enzimas ayudan al proceso digestivo y en afecciones hepáticas. Los ácidos grasos no saturados, las saponinas y las fibras son efectivas para reducir el colesterol. Las fibras también ayudan a un mejor funcionamiento intestinal. La vitamina U y la rutina protegen contra la gastritis y las úlceras, incluso úlceras sangrantes. La vitamina K ayuda contra la propensión a las hemorragias. La clorofila y sus múltiples minerales actúan para contrarrestar la anemia.
Es, además uno de los alimentos indicados para prevenir y combatir la artritis, ya que los ácidos que posee impiden la acumulación de los ácidos nocivos que originan esa enfermedad.
¿Cómo consumirla?
La alfalfa puede consumirse de diversa formas. Si es posible conseguir la planta, se puede incorporar a la preparación de jugos de verduras y de frutas. Las flores se utilizan para preparar infusiones reconstituyentes y que contrarrestan la acidez digestiva. El germen se consigue en casa de productos naturales y puede incorporarse a muchas comidas.
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